Sunday, 31 May 2009

Alaska Principal

Supòs que aquesta ha estat la millor de les meves visites a Palma. I és difícil destriar-ne, quan se'n fan tan poques, però sí, em quedaria amb aquesta. I no és que hagi fet gaire cosa més que el que solia fer quan estava per aquí, potser fins i tot menys o qui sap si massa, però, en general, una mica allò de sempre. No ho sé. Tot i així, ha estat la millor de les meves visites a Palma. Un poc perquè he fet allò que realment volia fer i, malgrat que me n'han mancat i que no hi érem tots, els dies han estat més aviat productius.

Òbviament, quan hom surt del Principal, cal anar a l'Alaska. Perquè són d'aquelles coses que ni es plantegen. I un poc per això i un poc per sa gent estic content d'haver-me escapat un cap de setmana més de Barcelona, perquè per un pic no me'n vaig trasbalsat, igual que no hi he estat. Per desgràcia, en tornar el Born ja no serà el mateix Born de la Setmana del Llibre.


Wednesday, 13 May 2009

Si está bien.

A pesar de todos los días, semanas y meses que llevo en esta ciudad, uno no acaba de acostumbrarse a este cambio intempestivo del color de los días. Sin saber cómo ni por qué el pesado día gris, de lluvia sin lluvia, de preguntarse si será contaminación o simplemente nubes, se acaba, se abre el cielo azul y uno se acuerda de aquellos días en que íbamos a comer al parque y paseábamos por la playa.

Porque Barcelona es lo que tiene que, por lo menos, resulta sorprendente. Su tendencia a las acciones regresoras es incesante y uno ya se aburre y desiste de intentar convencerse que no es normal. Porque sí lo es, porque, por más que no lo parezca – o que lo parezca demasiado – esto es el Mediterráneo y los climas van así, en regresión.

Aunque no me puedo quejar ni de climas ni de temperaturas. Para unos días de lluvia que daban en un fin de semana que estoy lejos de aquí, algo que no es del todo habitual por mucho que haya quien lo afirme, va y apenas llueve. Y, así, Zaragoza quedó a mis pies de nuevo para acordarse tan sólo un poco del Cierzo que soplaba ese agosto y ese septiembre de tantos años atrás. Allí, me fue imposible no pensar en cartas y postales, aunque debo admitir que ni tan sólo me planteé enviar alguna. Supongo que más por despiste que por otra cosa.

Supongo que no estoy en lo que debería estar, pero tampoco creo que sea demasiado bueno eso de ir suponiendo cosas y menos con el trabajo que me queda por hacer.