Equinoccio

Son las 11.44. Hace exactamente seis horas y treinta minutos que estamos ya en primavera. Es el primer día de los últimos cuatro que no estudio en la terraza, algo que hace que me plantee por qué compré crema solar ayer por la tarde. Hace viento y todo apunta a que en menos de una semana saldrá el primero de los tulipanes amarillos que planté en octubre. Pese al fresquillo del viento, el sol brilla y parece un día fantástico: he dormido nueve horas, he desayunado bien, estoy siendo productivo en el estudio y mi dermatitis remite. Hoy, día 20 de marzo, Jaume Matas es condenado a seis años y un día de cárcel. Twitter echa humo y me da a mí que estas noticias no le vienen bien a mi estudio intensivo. Decido salir a dar una vuelta, voy al mercado y en un esfuerzo de autosuperación de mi condición de bo-bo, compro huevos bio y la comida del día, sonrío y digo adéu. Al llegar a casa, me espera una postal de Toronto.

En tres días, tres exámenes y luego, ya se verá. Lo cierto es que estoy siendo mucho menos dramático que en otras ocasiones y mira que motivos no me faltan.