Sunday, 12 December 2010

Sí.

Cuatro, cinco horas de sol. Sol, sí. Y vuelta a ser de noche. Aunque la noche se llene de luces, de colores, todos los carteles de neón que anuncian una brasserie o un café-tabac, que anuncian una Navidad que, me huelo, será más efímera de lo deseada. El mar se atisba allá a lo lejos del calendario, el Sol de Palma en la muralla. Aunque debería admitir que el Sol en París resulta mucho más especial, por eso de su ausencia y lo inesperado que resulta un día claro.

¡Y qué día tan bueno hace! Da para salir a pasear con la melena al viento de París, en una rive gauche que cada vez me gusta más. Montparnasse deviene centro neurálgico de mi vida, de un París-mágico con conciertos en Sciences Po, charlas entorno a glühwein y escenario de todo mi Portfolio de teatro. La verdad, no hay nada que me guste más que sentirme productivo y trabajar exhaustivamente, y salir a pasear bajo el sol, tomar un café y volver a trabajar, y que me guste lo que estoy haciendo, creérmelo y empaparme de ello, porque me gusta lo que hago. Y no hay nada que me guste menos que tener que hacer aquello que no me gusta.

Monday, 1 November 2010

París-desconeguda.

Resulta curiós pensar que el París d'abril de 2010 i el París d'avui, d'ahir i de demà són dues ciutats totalment diferents. I ho són amb qüestions tan poc banals com és l'orientació en els carrers, la manera d'ubicar-se. Així, avui dia, és totalment diferent. Els carrers que abans pujaven, ara baixen i els que van perpendiculars són paral·lels. I així anem fent, integrant un plànol al cap, integrant 14 línies de metro i 15 de les cent i pico línies de bus que hi ha.

Clarament de l'abril de 2010 recordo Jean-Luc, una cervesa a Belleville, una sessió de jazz al Centre Cultural Txec, l'Anna, papallones a la panxa i una molt bona becaina al Louvre. Avui dia, París esdevé una ciutat pròpia que no deixa gairebé marge per al turisme. Em proposa una rutina parisina que m'agrada i em permet perllongar el no fer res, però, al mateix temps, em nega una presència investigadora i descobridora de la ciutat.

Ara bé, cal dir que no em queixo en pensar que, igual que a Barcelona vaig tenir nits al MACBA, aquí n'he tingut al Pont des Arts. En tornar d'Istambul, París torna a ser París-desconeguda.

Monday, 11 October 2010

Goguel bis.


La Iglesia del Saint-Sulpice se divisa allí al fondo desde la sala Goguel Bis del 56, rue des Saints-Pères. Si te fijas bien, la cúpula que se ve es la del Panteón. Creo que ciertamente no podría ser mejor el aula donde hacemos teatro. Bien es cierto que tiene una columna en medio, como en Binicanella, pero nos manejamos con ella, incluyéndola en el espectáculo. Lo cierto es que me alegro de la elección –y lo digo como si de dicha elección dependiera la calidad del curso–.
El Workshop de teatro me permite sentarme en el suelo de la Goguel Bis –nota del escritor: querría ver cómo es la Goguel normal y averiguar quién fue–, algo que no es extremadamente frecuente en París, salvo si es el césped del patio entre el 27 y el 56 durante los primeros días de curso –y esta semana climáticamente extraña– o los tablones de madera del Pont des Arts, frente al que acabaré cediendo y asumiendo que es un buen puente y, quizás, el mejor de París.

Por otro lado, me obliga a vertir toda mi sangre artística –que no es mucha– en proyectos que todavía no sé si llegarán a buen puerto. Y no me sienta mal el asunto, pues me obliga a enfocar mis trabajos académicos desde otros puntos de vista. Incluso me planteo elaborar algo para el co-cumpleaños de Manuel, aunque eso está por ver, porque ahí sí que importa llegar a buen puerto (si es posible Mediterráneo).

Estoy convencido que, dentro de tres llamadas, estaré todavía más contento. Gracias a Bell, evidentemente, al lado de allá y a mis propias obligaciones anímicas.

PD. Me congratulo de haber evitado hablar del tiempo en este post. Algo ya demasiado recurrente, igual que el precio abusivo de la cerveza y el café –salvo en Juanchito, restaurante Colombiano donde el mejor café de Juan Valdés cuesta un euro, sea con leche, cortado o solo-.



Sunday, 26 September 2010

Cançó de Matinada

En París las cosas llegan como llegan. Esa es la primera cosa que he aprendido desde que estoy aquí, además de otras recomendaciones sobre cafés y cervezas. Y parece que es una afirmación sencilla y más bien banal, pues en Barcelona y en Palma las cosas llegan como llegan, aunque aquí tiene todo un trasfondo distinto. Así, el frío y la lluvia se han ido como legaron, aunque aquí todos sabemos que volverán. Pero también vienen así las noches en casas ajenas o en boîtes o en el Pont des Arts y las tardes en cafés y cines.

De todo cuanto tengo aquí en París, la imprevisibilidad es quizás lo que más me gusta.

Friday, 24 September 2010

Today I had the most incredible adventure.

Evidentemente yo no había leído el 100% cuisines bajo el nombre Ikea Vélizy. De haberlo leído hubiera ido a cualquier otro de los siete que hay en la región parisina. Porque, en realidad, poco importa que estén un poco más lejos. Cuando coges dos metros (con sus siete y once paradas respectivas), un autobús (con el tráfico que conlleva un viernes por la tarde) y andas divagando por un polígono industrial de Banlieue (perdido básicamente) porque te has bajado donde no toca porque la señal acústica del bus iba adelantada, consideras que, un poco más de esfuerzo vale la pena.

Así me planteo que, sin pena ni gloria, debería conseguir llegar mañana a otro Ikea y comprar lo que no he podido comprar hoy (es decir, todo menos una cafetera/tetera de émbolo como la de Xaviera y un termo, que tampoco me vendrá mal en absoluto).

En cualquier caso, tengo la suerte de poder decir que todo el tiempo que he estado en autobús o metro (por lo menos en la L6 que va por arriba) ha estado lloviendo y que, en cambio, cuando divagaba por Banlieues hacía sol.

Monday, 6 September 2010

Bilabial

Pa-Ba-Pa.
Una consonante bilabial es aquella que se articula juntando ambos labios en el llamado punto de articulación. Y resulta curioso, que las tres ciudades sean tan bilabiales. En Paris llueve por primera vez desde que llegué, aunque no me sorprende en absoluto, porque una semana soleada es quizás demasiado para el lugar.

París deviene una ciudad extraña y casi lejana, como si no fuera propia –que no lo es todavía–, como si no fuera real. Pero ciertamente el Erasmus ya hace casi una semana que ha empezado, cuando parece que no, que todo esto no es más que temporal –que lo es– y limitado –que también–. Aunque, efectivamente, esto no es un viaje o no en el sentido que estaba acostumbrado. París es, a su vez, Barcelona, pues una y otra no dejan de ser viajes en el otro sentido.

Mañana no puedo, il y a la grève, primera huelga francesa que vivo y, además, general.

Friday, 30 July 2010

Danubio.

Resulta curiosa la elección del destino tras las expectativas vertidas durante año y medio. Después del ahorro, descartábamos el plan inicial y adoptábamos por unanimidad, pero sin especial entusiasmo Viena como destino de nuestro viaje. Sin saber cómo ni por qué, Viena era la indicada para ser Chile. No sería, sin embargo, ninguno de esos famosos interrailes tan valorados entre el público juvenil y universitario de las clases acomodadas europeas. No, aquello estaba fuera de lugar, tanto por las cuestiones económicas, como por los propios intereses. Viena devenía el centro neurálgico del Imperio Austro-Húngaro, aunque por aquel entonces creíamos que lo era de Europa. Habría, pues, tiempo en los doce días para visitar más de una ciudad, más de un país. Budapest, Bratislava y, quizás Praga, serían acompañantes de Viena.

Bien es cierto que no ha habido ocasión de escapar a Buda o Pest y que Praga quedaba demasiado lejana, aunque tampoco ha sido demasiado dramático quedarse en Viena algún que otro día más. He de decir que para ser una ciudad sin expectativas, ha devenido una segunda o tercera ciudad propia. No sé demasiado bien hasta qué punto lo es o lo será cuando hayan pasado meses. Quizás, como Berlín, el recuerdo va mejorando con el paso del tiempo, quizás se empaña o se olvida. Pero Viena no sólo ha sido una ciudad agradable y bella, sino que ha sido accesible y se ha dejado conocer. Supongo que, en este sentido, acaban siendo determinante las vivencias que asocio a la ciudad y no sólo ella misma. Viena, pues, no es sólo edificios imperiales y jardines o un río inmenso, sino que también es Xaviera, Marcos y Marta, es Carlos y, por qué no, un regreso a mi adolescencia. Porque no puedo evitar acordarme de mi adolescencia, sabiendo que, en perspectiva, estoy contento con el cambio realizado.

No negaré tampoco que Viena es el futuro, mi futuro. Es París y mi año en el extranjero, mis miedos y temores, mis expectativas. No creo, pues, que pueda quejarme de mi estancia en esta ciudad.

Friday, 11 June 2010

Pluja

Són les dotze i me n'adon que encara no ha sortit el sol i que aquest dia és totalment atemporal. Que ja fa unes quantes hores que estic despert i no sé si puc dir que estigui aixecat. Les obligacions més properes són culinàries i, per tant, sóc conscient que hauré d'anar a comprar d'aquí a una estoneta fruites, verdures i altres elements necessaris per a la supervivència en les pròximes setmanes.


Monday, 7 June 2010

A 9610 BN.

Toda persona que se precie –o, en su defecto, toda persona que haya llegado en tren a Valencia y no haya detenido allí su camino, sino que haya seguido bien hacia el norte, bien hacia el sur– sabrá que no es algo anormal estar dos quintos del camino buscando tu destino y los otros tres aferrándose a lo que dejas atrás (o viceversa). Igualmente sabrá apreciar las bondades del paisaje, aunque no dejará de sorprenderse por el cambio de color entre aquello que es huerta valenciana y aquello que no, el desierto.

Así, entre ajustes, celebraciones familiares, comidas copiosas, vinos y cavas, me senté al sol y me dejé derretir por el calor alicantino. Creí que, de este modo, podría llegar al mar más fácilmente. Sentí que aquello, que podría serme ajeno, no lo era tanto y que, en el fondo, la guerra, no era tanta. Podríamos, pues, borrar un título más del grueso de obras de Rododera cuyos nombres han perdido esencia. Por tanto, ni el Carrer de les Camèlies, ni La Plaça del Diamant, ni Quanta, quanta guerra tenían ya el sentido que su autora había querido darle, lo mismo que tampoco es playa lo que nos venden como tal, sino que es una ciudad con arena y mar.

Monday, 31 May 2010

I climbed a tree.

Vaig pujar dalt d'un arbre. I, realment, ho pens i és la primera vegada que ho faig. Almenys un arbre de les característiques que estam parlant, un arbre gran. Amb vint anys i he pujat a un arbre per primer cop, i la quantitat de coses que em queden per fer per primer cop és llarga.

Em sorprenc de bon dilluns a terrats aliens, mirant la mar, llunyana, i els terrats d'aquesta ciutat que cal aprendre a estimar de debò, no com aquell amor superficial dels primers mesos. Campanaris, terrats i centres comercials de Barcelona. Em sorprenc cercant vols barats cap a Palma per aquesta setmana o per l'altra, per anar-me'n tres dies o dos o fins i tot fer un puja-i-baixa, com diuen per aquí. I és que el sol brilla i jo me n'adon, que, en el fons, el millor moment del dia acaba essent de nit, quan me'n vaig a dormir, i que, sense cap mena de dubte, el pitjor amb diferències és quan sona el despertador, però que, per molt que marxi les vacances no vendran encara i Palma, la nostra Palma no existirà fins que gairebé hagi acabat juny.

Demà és dimarts. És bona senyal. Diu na Clara que sa seva amiga Louisa diu que pujar a un arbre és una de les coses que pots fer que et milloren la vida.

Tuesday, 25 May 2010

Maastricht.

Y, sin ser, en absoluto, comparable a todos los otros, Maastricht todavía no tenía reflexión propia. Porque había dejado que pasaran los días y que los trabajos me abstrayeran, y que saliera el sol y todo lo demás sin que hubiera reflexión. Porque Maastricht tiene un significado propio que no tienen Poznan, Nueva York, Boston o París. Maastricht es, obviamente, Maastricht y eso lo explica casi todo.

Maria dice que nos hacemos mayores. No sé hasta qué punto estoy en condiciones de discrepar, porque, en el fondo –y en el principio– estoy totalmente de acuerdo. Mientras tanto, sonrío y lloro y pienso que, afortunadamente, el sol vuelve a brillar, que en París no lo hará y que en Viena está lloviendo. Con todo, soy consciente de las implicaciones de este hecho, de mis ausencias y mis menos, pero también de los más.

Me doy cuenta que si no escribo es porque no pienso en ello, porque, la verdad, llevaba pensando demasiado en cómo escribir todo esto, en qué pensar de todo y en que, en cierto modo, mi única voluntad de escribir se resumía en un post-it en la pared con una frase que todavía no sé cómo meterla en este texto.

Thursday, 15 April 2010

París.

Alors, c'est joli Paris?
Ben ouais! C'est tout à fait joli!

Está claro que no todo el mundo está a la altura – por si la ciudad te había dejado con dudas, te lo digo yo –. Porque, en el fondo, la cuestión no es si París u otro sitio, sino si París o no-París, que es como, implícitamente, se define el resto de la isla y, por extensión, de hexágono.

Pese a todo, no dejan de divertirme todos esos looks y poses, esas miradas disimuladas al iPhone –verdadera religión de la ciudad– en el Starbucks del Marais. Porque mira que llega a ser guay esta ciudad.

Aun con todo, París es mucho más estupenda de lo que pensaba. Resulta, pues, que cueste lo que cueste uno se lo puede acabar montando bien y que te lleven a tomar una cerveza mientras suena Jazz del bueno, porque, en el fondo, es cuestión de voluntad y algo de bonne chance. Veremos el año que viene.

Thursday, 8 April 2010

Mundet.

Hem d'entendre que, en el fons, el canvi de nom, no només és això, un canvi de nom, sinó que porta implícita una voluntat de canvi del sentit, del concepte. Així, tot el joc d'aquesta ciutat permet que es desconeixi per bona part de la mateixa la Rambla de Guipúscoa –on cony està la Rambla de Guipúscoa?– quan, en el fons, no és més que el carrer Aragó a partir de Lope de Vega –on cony està Lope de Vega?–. Igual que també permet que bona part de la Rambla de Guipúscoa, com podria parlar-ne de tants d'altres, desconeguin bona part de la ciutat.
I bé. Avui he pujat a Mundet amb el cotxe.

Saturday, 27 March 2010

Vaixell de vapor.

I respir, un cop més. La sal, la mar, la lluna, el sol. En el fons m'agrada agafar es vaixell i més quan és el primer dia que surt el sol. L'últim. I les ones gairebé no se noten, quatre riures sota el sol, una becaina allà estirat, ben incòmode, ben content, ben cansat. Nins francesos que criden i corren i son pare que els renya perquè m'han despertat i jo sense saber massa bé què dir, non, mais j'étais déjà éveillé. –Encara que fós totalment fals–.

Palmeral, estany i mar davant La Seu, il·luminació nocturna. Molt nocturna i massa llarg el trajecte, però crec que a tots ens agrada una mica la penitència i fer-se la víctima, només un poquet. És que estam parlant de tornar a casa i això ha de ser forçosament una travesia pel desert. No obstant, tinc ben present que L'Odisea és cosa del Mediterrani Oriental.

Veurem com va. Mentres tant, seguesc pensant en les pomes al forn de Carmelitas.

Thursday, 25 March 2010

F de fi.

Dos euros quaranta d'impaciència i entusiasme. Exotisme barat servit amb palmeres d'Alemanya i alguna dosi periodística. Un cafè i un croissant al Convent. Amb tot el nerviosisme postexàmens i la depresió postpart, encara que supòs que cap dels cinc fills ha estat un part gaire dolorós. S'ha acabat, per variar; com casi sempre. Aquí tot comença i acaba. Sempre i, a més, cíclicament.

Supòs que és el millor cafè que conec aquí. No és Marabans, però gairebé. Tot s'ha de dir que tampoc en conec molts i que Barcelona és prou gran com per a que en trobi més. Sovint succeeix al contrari, que ens conformam amb el que coneixem. I merda, que ja és abril un altre cop i això tornarà a acabar un altre cop.

No sé massa bé què pensar, o si fer-ho. I potser els sentiments s'encomanen i els cicles són menys cíclics del que ens crèiem i tot acaba sortint millor del que ens pensàvem. O del que em pensava. No sé si estic essent massa optimista i tot. No, crec que així està bé. Quin sol que fa ara que ja és de nit.

Sunday, 21 March 2010

Línea 1.

Supongo que anoche estuviste leyendo a Deleuze, en tu cuarto-desconocido de tu piso-desconocido, en ese sur tan frío. Yo vuelvo a estar en este cuarto tan blanco. En Barcelona todo es distinto. Su atmósfera te absorbe, te ahoga y te aturde.

Y te imagino con los problemas de sueño que ya no tienes, y mi pereza de hacer exámenes, tan lejano, tan distante. Me doy cuenta de que no sé nada de tu vida o más bien poco. Que primero de carrera ahí quedó, igual que mis visitas y que debería volver a hacerlas.

Monday, 15 March 2010

15.marzo

Por suerte, he dejado de esperar momentos, reconocimientos y personas. Una vez más me armo de valor, de mi más grande yoidad para irme con los primeros rayos de sol. Y me fastidia enormemente no tener la capacidad de describir gráficamente el cruce de las calles de Sagrera y Baixada de la Sagrera y lo excesivamente contradictoria que es esta ciudad, lo exageradamente por terminar que puede llegar a estar. Como si todo pudiera ser provisional, como si no se entendiera o se llegara a entender lo consevadoras que somos las personas y lo rápido que asumimos las cosas provisionales.

Cómo pega el sol en el puente-desconocido de Calatrava en Barcelona, el de Bac de Roda Sin duda no sale en los folletos de propaganda. No es tan famoso como otras obras suyas –y no me sorprende porque a nadie parece importarle una mierda esta parte de la ciudad– ni atraviesa ríos caudalosos. Como mucho vías de tren y obras del AVE. Peor lo tiene el Puente del Trabajo, que ni es Calatrava y lleva lo mismo debajo. No obstante, ambos reúnen entorno a 50 personas para ver el avance de las obras. La parroquia de Sant Martí de Provençals es otra de las grandes razones. Y sin ser espectacular, en absoluto, es apasionante verla y pensar en la historia de este lugar, y cómo a su alrededor, Sant Martí de Provençals ya no existe, sino que todo son pisos de 20 plantas de los años 60 rodeando una plaza con iglesia del siglo XV. Y queráis que no, esto, es apasionante y siento repetirme, pero ojalá fuera capaz de describir visualmente o, en su defecto, haber llevado la cámara para la ocasión.

La barra del pan para comer por el camino. Por la tarde toca cumplir. Durante un momento me he visto otra vez en casa en la mesa estudiando y he decidido que tampoco esperaré a que la concentración se me aparezca, que prefiero subir a Guinardó a ver las mejores vistas de la ciudad y estudiar en la biblioteca del Guinardó-Mercè Rodoreda la primavera de Praga.

Friday, 5 March 2010

Life in the treehouse.

Siempre es de noche. Moribundo Sol, apenas sus rayos me despiertan al entrar por mi ventana abierta al mundo, muere y cae en el olvido. Llega de nuevo la noche y su Luna, con su maldad perseverante y su alevosía. Su ingeniosa manera de robarle luz al Sol. Para que luego te defiendan y hablen maravillas de ti, Luna. He de decir que en este debate me he posicionado siempre claramente a favor del Astro Rey, sin peros, sin dobles morales. Nunca. Siempre. Y vuelve a ser de noche en Barcelona, para variar.

Las ambulancias llenan todos y cada uno de los carriles de coches, buses, taxis y motos. El de bicis está lleno de camiones de carga y descarga. No hay bicis que valgan, porque, para variar, todas están rotas o las han robado.

Mañana sale el Sol. Prometido. Y, pese a todo, seguro que la colada no se me va a secar. Barcelona es eternamente húmeda, aunque no me desagrada. Sopla viento de la costa, bonito día para ver el mar. Me apuesto lo que sea que te mueres de ganas de volver a verlo. Sol también quiere, aunque para mañana dan nubes. Pero bueno, quizás aún así vaya a la playa. Podríamos ir ambos. O los tres y todo el que quiera. Cities are so pretty at night.

Thursday, 25 February 2010

Cuzco.

En ocasiones, tan sólo en ocasiones. Y, aún introduciendo ese requisito temporal, es más frecuente de lo que uno se cree. Me he prometido antes de empezar a escribir no hacer apología de la buena vida y no lo haré, por cuanto tampoco considero que lo de hoy se amolde al concepto de ésta. No quisiera, pues, que nadie pudiera verse tentado con este relato a la acción u omisión.

Así, he de decir que culpa de la bicicleta sin marchas, me he dedicado a cogerla y dudar, sobre todo eso, dudar. Subir Trias Fargas hasta Llull y girar hasta Wellington y subir y decir qué coño, esta bici es una mierda y añadir la dejo y voy a la Sirena-fanàticsdelcongelat y lo intento. Y no aparco porque no puedo ni en Pujades, ni en Marina ni en Turró. Al fin vuelvo a Trias Fargas, donde la había dejado y la aparco diez minutos después de haberla cogido –algo absurdo, lo sé–. Desde ahí he podido andar hasta la Sirena-fanàticsdelcongelat y he comprado infinidad de cosas buenas y baratas, incluyendo la lasaña de la comida, ahora que omplir el cabàs no costa pas. Dudo entonces. Bici otra vez o Tram. ¿Tram en Marina o en Wellington? ¿Y si me tiro al suelo y me quedo aquí a esperar que me teletransporte? La verdad, qué pereza me daba volver a casa. Y Tram con su duda, que no sé si escribirla aquí por la ética, de si ticar o no, que sí lo he hecho.

Llegar a casa. Sabiendo desde los últimos pasos que no tengo llaves y que, lo más probable es que no haya nadie. Llamar al timbre. A los teléfonos estic a classe, vindré més tard y bien. ¿Qué hacer con el congelado?¿y con mi vida?

En el Restaurante Peruano - Casa Verde II (o algo así) me lo han guardado amabilísimamente, me han dado de comer dos platos y postres y beber por 9.95€. Más caro que la lasaña, pero bastante bueno el arroz. Por desgracia para mi clase de alemán, me he quedado dormido.

Friday, 19 February 2010

Juliembre.

A todo esto, ¿qué hora es? viernes y parece que nadie se dio cuenta de la contradicción o de la disociación entre pregunta y respuesta, así que dejé hacer y me giré para mirar con todo el disimulo que podía aquel gran reloj blanco. Sí, es viernes, o eso creí, cuando, en realidad no era más que un jueves adelantado, pero esto, claro está no lo sabía yo todavía. Viernes seis, o siete. Quizás ocho, aunque imagino que, a estas alturas de mes, suponer que es ocho es suponer demasiado.

Porque viernes 10, exámenes y, por consiguiente, Pascua queda muy lejana y mira, tampoco es un gran trauma, sobre todo porque todavía no tengo los billetes de vuelta y eso me permite no tener un horizonte de regreso. Y digo que suponer que es ocho es mucho suponer. Igual que suponer que viernes seis sería distinto a viernes cinco o siete era mucho suponer.

Si total, ¿para qué negar lo obvio? Y más cuando, además de obvio, resulta más que comprensible. Me cueste lo que me cueste aceptarlo así es: obvio y comprensible.




Monday, 15 February 2010

D82.

Es fa de dia, es fa de nit. Son Sant Joan ja fa tres hores que és desperta, dos i mitja com a mínim i jo aquí, esperant un cop més l'embarcament cap a Barcelona. Avui vaig amb relativa calma. Ara ja sé que, de bon segur, perdré el rodalies, per no variar. Entre d'altres perquè ja tenc el bitllet de l'Aerobús i no pens gastar més doblers en aquesta ruta Aeroport-Barcelona, o viceversa.
Son Sant Joan és buit. Buit com Cala Rajada tots els mesos entre novembre i Pasqua, fent obres, com la meitat d'aquesta illa en s'hivern, com si encara no resultàs prou evident que tothom espera s'estiu, o les persones que estiuegen. A Barcelona plou, imagin. Igual que imagin que la presentació de Política espanyola m'anirà estupendament, perquè d'altres coses no sé si en sé, però de sistemes electorals ja n'hem sentit a parlar a bastament. Així mateix ja hi ha gent esperant a sa saleta aquesta. Jo que pensava que estaria tot sol amb els quatre estudiants de sempre, perquè sempre som quatre o cinc i sempre som els mateixos. Ah, tu ets el de la UB, jo sóc el de la Pompeu. I així anam fent, sense xerrar massa o gens, però mirant les carpetes, les agendes i autoubicant-nos, intentant dissimular-ho. Aquí tot se sap. Igual que se sap que no importa esperar dret si pots esperar assegut.
I a tot això, són les vuit menos quart i ja és de dia i jo no me n'havia adonat. Crec que ja no plou i crec també que o de cada dia en aquesta illa la gent és més rossa o bé la temporada turística ha mig començat. Me tem que haurem d'esperar.

Saturday, 6 February 2010

Di viernes.

Salí de casa, cantando en el ascensor, sin darme cuenta que tras de mí la chica del ático también estaba en el recibidor, que se estaba descojonando de mí y que ese era el momento justo para dejar de cantar. Y cogí la bici por Ribes hasta el Arc de Triomf, Pujades y Comerç, donde se puso a llorar. El niño todavía con chupete se puso a llorar mientras el globo rosa se quedaba en medio de la intersección entre Picasso y Pujades, sin que ningún coche se atreviera a arrollarlo, aplastarlo ni siquiera rozarlo y yo, con mi bici precaria y con ganas de hacerme el duro, el héroe o qué sé yo, me metí entre el tráfico para devolverle el globo. Ahí quedó toda grandeza de la tarde, pues todo lo demás se limitó a tomar un café en el Raval y dar un paseo por el Gòtic. Me congratula pensar que, además, me encontré a Montevideo-Toronto en mitad de los puestos de flores de La Rambla. Ahora, por suerte para ella, no la suelo llamar así, igual que yo no soy Palma-Barcelona.
A todo esto, el jueves estoy en casa. Diremos que por fin.

Wednesday, 3 February 2010

Blowing in the wind.

Sin saber demasiado bien por qué, hoy todavía es lunes, igual que ayer y, por suerte, recuerdo que no, que es miércoles y que este día que no iba a ser el mejor día de mi vida, segurísimamente iba a ser un mal día, no me está yendo tan mal. Y es que, en ocasiones, levantarse tarde, con sueño y prisa, sin tiempo para digerir el desayuno, ni poder ducharme, perder el tram y que cuando cojas el siguiente se quede parado un buen rato en la estación con la intención de que Ferran llegue todavía más tarde a clase, pues tampoco acaba de estar tan mal.

Porque, en el fondo, el día de hoy, que estaba llamado a ser el peor de la semana, con diferencia, pues no se puede quejar demasiado. La llamada ola de frío se ha ido como ha llegado y el sol brilla, tengo la tarde libre y no he sentido la necesidad de dormir más que en un momento de flaqueza después de comer.

Pronto volverá el otoño. De eso estoy seguro.

Monday, 25 January 2010

Rosselló 464

De les primeres coses que hom se n'adona quan arriba a Barcelona és que els carrers són substancialment més difícils de creuar que a altres ciutats i que les passejades són bastant més llargues. Així, els xamfrans de l'eixample no només serveixen per allotjar cafès i oficines de La Caixa –o al seu defecte de Caixa Catalunya–, sinó que, a més a més redueixen la perillositat del trànsit, o això em varen explicar.

I com a bon dilluns feiner sense massa feina, passejades i passejades d'horeta i mitja llarga entre illes i carrers i més illes i més carrers i obres de l'AVE entre Sants i la Sagrera "Estem compromesos amb Barcelona" i cartells de l'AVE pel Litoral i de sobte, sí, de sobte, La Sagrada Família. Inconclusa, ella apareix davant de tots els que ens trobàvem a aquella altura del carrer Mallorca i es deixa veure la seva magnificiència, la seva façana vella i deslluida, la seva façana moderna i desencaixada i les parades de turistes. A l'illa parell del carrer Mallorca entre Sardenya i Sicília hi ha un Starbucks que mai havia vist i que segur que tant a na Vicky com a na Cristina els va encantar poder prendre un smonka amb extra de vainilla allà assegudes, igual que els va agradar molt Barcelona.

I plou, però no és una cosa que em sorprengui massa, perquè ja sabíem tots que avui havia de ploure. De fet ha plogut tot el dematí i bona part de la tarda, llevat del vuitanta per cent del temps que passejava. En arribar a Verdaguer, que com va dir na Picó, havia nascut a Folgueroles, a la plana de Vic –com na Marta–, he girat per Passeig Sant Joan i m'he mentalitzat que havia de tornar cap a casa, així que he tornat girar per Provença quan m'he dit que no, que o seria per Rosselló o no seria. Així he arribat, en un moment donat del meu passeig, a Damasc, una pastisseria amb gran sortit de dolços siris –que, me per mi que són iguals que els libanesos–.

Sunday, 17 January 2010

En s'hivern a s'Arenal no s'està nada mal.

Pluges de fred sobre els meus peus, diumenges en què no surt el sol, que tot és penombra, que mai es fa fosc perquè ni tan sols s'ha fet de dia, perquè no hem aconseguit que el sol entri en aquest casa, ni en aquella, ni a cap racó de la plana, ni molt menys a la muntanya. I la ciutat, la ciutat contaminada, freda i bruta. És diumenge, diumenge de gener i jo prenc cafè que ja és fred mentres esgot els minuts i les hores que em queden per a començar a acabar el treballet de demà.

Amb les espelmes enceses, com si creiéssim que ja en fem prou, que ja hi veiem a bastament, sense adonar-nos que, en el fons, la llum del carrer, els núbols bruts de polució, els edificis del costat, fan molta més llum que la quinzena d’espelmes que hi tenim a la sala.

I mira que, malgrat que plogui, no podem culpar els rajos, els trons o altres fenòmens meteorològics. I mira que, sense que en siguem conscients, encara hi ha gent allà baix fent feina, mirant d’arreglar l’avaria, ara, a nou tocades, sota la pluja.

A tot això, Sant Sebastià i la seva revetlla arriben lluny de casa, dels focs, foguerons, de Ciutat i a Gràcia dia 30 fan foguerons, fan torrades i crec que, si no plou com l'any passat, ja en serem dos.